WEIRD RITUAL
Nuria Riaza / 14 may - 4 jul
Nuria Riaza nació en 1990, una de esas típicas y lluviosas tardes de abril. De pequeña se comía los tubos de gouache de su padre, y como todo niño de los 90 que se precie, creció bajo la influencia monstruosa de personajes como Xuxa Park, las Spice Girls, Expediente X, el niño gordito de la pelicula de Matilda (¡puedes hacerlo Bruce!) o los dibujos de Beetlejuice.
Siempre fue una niña rarita, de esas que preferían leer y dibujar al ballet. Miles de dibujos después, 3.568 para ser exactos, se encontró con su arma
gráfica fetiche, el bolígrafo Bic cristal azul.
Es coleccionista de recuerdos y de objetos absurdos, y se gasta la paga de los domingos que le da su abuela en bolis, tatuajes talegueros y altas dosis de creatividad.
Crea a partir de objetos olvidados por otros y de personajes que encuentra en viejas fotografías familiares; sacándolos de su contexto, rebanándolos como si fueran collages para remezclar elementos fotorrealistas con un mensaje casi encriptado.
Los rostros se transforman en frío mármol bajo un monocromático tono azul y blanco, y a pesar de su marcada estética retro, no se detiene en el pasado, va más allá creando una especie de visiones de un futuro extraño.
En “Weird Ritual” recoge una serie de obras que nos hablan sobre la muerte y la magia. Un conjunto de retratos de familia inquietantes y objetos que desprenden un halo místico, dejándote un sabor de boca agridulce.
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